Llevaba un tiempo rastreándola, junto a su bruja pelirroja, Artemisa, al fin la habían encontrado. Pero…Brais no podía creer que era solo una simple humana, no se podía creer que su Luna era una débil y pequeña humana. Siendo el Alfa, aquello era como…una burla del destino. Sin embargo, Lucero tenía un pasado del que ni ella misma sabía nada, una fuerte criatura viviendo en su interior y demasiadas cosas por descubrir mientras es arrastrada por Brais hacia ese mundo que ella desconoce, el de los lobos.
Leer más-Owen.-El caliente de su lengua lamer mi sangre o el mismo caliente de mi sangre mojar mi piel, el frío de la noche, la respiración de Jara y mis manos que sostenían su rostro. De todo eso fui consciente antes de sentir que perdía el conocimiento y que mi erección molestaba entre mis piernas, creí que caería, pero no llegó a pasar. Me sujeté fuerte a Jara y caí sentado.Sentirme extraño no definía cómo me sentía en realidad.¿Qué era esto?Todo dentro de mí hervía de lo caliente que se sentía mi interior. Toqué mi pecho, mi frente sudaba y mis colmillos que se sentían muy grandes.Tenía sed.Pero no me sentía bien, aunque tampoco mal.Simplemente no era yo mismo.¿Qué me pasaba?¿Era bueno o malo?—Jara.—busqué a Brais con la mirada, pero no estaba cerca. Creo que se alejó luego de que Jara me mordió.“Owen, estoy a punto de creer que hice algo malo. Dime que estás bien. Me estás asustando. ¿Cómo te sientes? ¿Fue grande la mordida? Tranquilo, ya está sanando. ¿te dolió mucho? ¿Qué pu
-Owen-Mi cabeza iba recostada a ella mientras el aire cruzaba cortante por mi espalda de lo rápido que íbamos. Brais marcaba el ritmo y Jara lo seguía.“¿Qué pasa si te muerdo? ¿Te dolería mucho con ese aspecto?”—Aún si duele, depende el motivo de esa mordida. ¿Quieres un trozo de mí o qué? ¿Tienes hambre? ¿Quieres que nos detengamos a cazar?“Es para marcarte, quiero que todo el mundo sepa que eres mío y además de eso, que nadie se te acerque. Desde que nos detengamos, pienso morderte, Owen.”—Jara…—me aferré más a ella al escuchar sus palabras, mi corazón humano saltaba sin parar, alegre de sus palabras.“¿No lo sabías?”—¿Qué cosa?—hundía mis dedos entre su suave y hermoso pelaje, no queriendo otra cosa más que estar sobre ella.“Que eres mío y no puedo seguir negándolo. No quiero que te alejes y más que nada, te necesito cerca.”—¿Tenías que adelantarte y no dejarme decirlo a mí primero?—me aferré más a su cuello.—Pertenecerte es lo único que me da tanta alegría. Jara, puedes mo
-Owen-Mamá no dejaba de abrazarme, me tenía contra su pecho y sus lágrimas caían en mi cabeza.—¿Cuántos años? ¿Cuántos años han pasado desde que te fuiste, Owen? ¿Sabes el daño que me causaste con tu partida? Ahora…regresas siendo humano. ¿Qué broma es esta?—Ya te lo expliqué, mamá. Solo es por un tipo de sangre que bebí.—No es solo por la sangre, tesoro. Eras el único heredero del rey, eso tiene mucho peso, está en ti. ¿Qué otro vampiro existe que se haya convertido en vampiro sin morir o ser mordido? Conservas aún tu lado humano, hijo mío. Nunca lo perdiste. Es muy sensato que pudieras tener una hija. Nunca moriste. Y ahora tienes este aspecto tan humano. ¿Recuerdas cuando te convertiste en vampiro? Hace mucho tiempo ya.—¡Cómo olvidarlo!«Cuando llegué a aquel lugar, de donde mi madre fue echada mientras estaba embarazada de mi, apenas aquel reino llevaba poco tiempo de caer, ya no dominaba el mundo sobrenatural, debido a que el rey había muerto y no dejó herederos, por lo que
-Lucero-Mi cuerpo cayó de rodillas ante Ilary, cerca, muy cerca de la puerta mientras aquella bruja se reía en mi cara, a su lado se posicionaron dos hombres un tanto extraños.—Niña, deja el juego. Te estoy ofreciendo sacar a Jara de tu cuerpo, es a ella a quién quiero y a cambio te hago un favor. ¿Por qué te resistes? El hechizo de esa joven bruja no dudará mucho, así que solo es cuestión de minutos para que yo pueda entrar, mientras el sol se alza, lo que sea que la bruja hizo se irá debilitando. Pero no entiendes.—Quieras lastimar a Jara.—Quiero hacer cambios en las cosas, solo un grupo tiene ventaja y esas son las lobas, ¿lo crees justo?—Hay muchas cosas que no son justas, pero ellas no tuvieron la oportunidad de elegir eso.—¿Y cómo lo sabes? ¿Te ha dicho Jara alguna vez cómo obtuvieron ese poder? No son normales, tienen secretos y tanto ella como Amaris y Christine no son inocentes. Ni siquiera sabes desde cuando existen o qué han hecho en todo ese tiempo. Son la imagen que
-Lucero-Inmediatamente bajé de su lomo, Brais cambió, llevó mi cuerpo hacia un árbol y rasgó mi ropa.—¡Oye!—tomé sus manos entre las mías y capturé sus labios.—Tenemos tiempo, vamos sin prisa.—Es que…—su mano bajó a mi humedad y sus dedos se movieron sobre ella, la brisa acariciaba mi piel pero no tanto como el cuerpo caliente de Brais pegado al mío. Cuando sus dedos me penetraron, mis piernas lo apretaron con fuerza y él se pegó más a mi, mis manos se sujetaron a sus hombros y aquel gemido salió de manera muy placentera.Abandonó mi interior y me hizo darme la vuelta, empujó mi vientre hacia atrás, chocando con su piel, aquella dureza rozó mi vagina y el temblor me llegó antes que su estocada, su firme estocada.Invadió mi interior con más fuerza de la necesaria, estremeciéndome hasta los huesos, mis labios lo recibían, permitiéndole deslizarse entre ellos más y más hondo hasta empujarme contra el árbol.Su grosor se llevaba mi aliento y entre suspiros llegaban los gemidos, fuerte
-Lucero-“¿Qué pasa, Jara? ¿Ya se fueron?”—le pregunté a escasos segundos del cambio. Había sido muy breve.“Owen se marcha, quiere que lo acompañe, asumo que no tardará mucho y por eso me lo ha pedido. Creo que será un viaje corto.”—decía con voz entrecortada y algo agitada.“¿A dónde se marcha?”—quise saber.“Es un secreto de él.”—en otras palabras, no me lo iba a decir.“Lo siento, Jara pero no puedes irte, yo no quiero irme. Mira, apenas tengo esto con Brais como para dejarlo para ir detrás de Owen a un lugar que no sé ni a dónde es o porqué se marcha.”No podía abandonar esto con Brais cuando solo estaba teniendo una probada de nuestra relación siendo normales.“No te disculpes, lo sé. Ni siquiera te lo pediría, solo es una fantasía mía. Márchate, despídete de mis hermanas y cuidado con Solar. Ha sido agradable verlas.”“¿Solar?”—¿quien era esa?“Solo ten cuidado con ella.”“Está bien.”—Owen.—estaba frente a mi, vestida con ropa común y me dio la espalda al ver que era yo.—Al me
-Jara-Bajé las escaleras con algo de nervios, este vestido estaba ajustado y dejaba todas mis piernas fuera, no quería que Owen me viera así, en este cuerpo de su hija, por lo que agregué otra capa verde que cubría mis piernas al unirse con el vestido, de igual modo tapé estos pechos.Brais se sorprendió de verme vestida así, quizás ahora me veía ridícula. Lo cierto es que cada vez la conexión que tenía con él se sentía débil, quizás debido a mi rechazo, pero no lo dejaba entrar en mí y justo ahora lo sentía empujar.Se supone que Lucero había llegado a un acuerdo con él y él aceptó lo que yo les propuse.Era lo justo.¿Acaso no era yo la intrusa?¡Estaba aquí solar!Corrí a saludarla a ella primero.—¡Solar!—dije llena de entusiasmo, le di un fuerte abrazo y luego rodeé sus hombros, cerca de su cuello.—Si me haces decir una sola maldita palabra—le dije en un susurro —te voy a cortar la lengua en la noche y te la coseré en la frente, después de sacarte cada uno de tus dientes. Y como
-Owen-Había pasado más de una semana desde que Lucero se marchó con Brais y no sabíamos nada de ellos. Aunque quien me preocupaba era Jara.¿Estaba bien?¿Le estaban dejando espacio?¿La estaban aceptando entre ellos?—Solar.—cuando Amaris dijo su nombre mientras yo caminaba de un lado a otro, no me dio tiempo a huir, Temari tomó una puerta, Arti las escaleras y Gwen la ventana. Solar caminó hacia mi con lentitud.«No hables, no hables, no hables. Solo se burlarán, no hables.» Era el ruego silencioso que yo hacía, viendo como Solar se acercaba.—¿Qué te pasa, Owen?—era una pregunta sencilla, al menos.—Quiero ver a Jara. Ya la extraño. No sé si está bien, si Lucero la está dejando salir, si se lleva bien con ellos dos, si la está incluyendo en sus actividades.—¿No es tierno?—preguntó Gwen, al acecho junto a la ventana. Y en todo este tiempo yo seguía siendo humano, por lo que ellas se creían con ventajas.Eso creían.—Vamos, Solar, puedes hacerlo mejor.—volvió a decirle Amaris. Ella