Capítulo 42.
-Las reglas son sencillas.- Dijo el lobo mediador mientras la multitud apoyaba a su favorita y hacía apuestas para nada disimuladas sobre el resultado del duelo.
Incluso pude escuchar a Savanah apostando ruidosamente por mí. Ella me conocía, los otros lobos no, así que yo presentía que para el final de esta ronda, ella sería una loba muy rica y yo le lancé pulgares arriba.
Luego señalé a Cole y le hice gestos para que apostara también por mí. Él obedeció claramente divertido.
Debía admitir que ésta era una muy buena idea; ayudaba a que los nobles arreglaran sus diferencias semi pacíficamente en presencia de su rey y hacía circular el oro. Todos ganaban.
-Pueden escoger cualquier arma de la mesa de armas antes del encuentro; el duelo termina en cuanto el otro lobo queda desarmado, reconoce la derrota o se rinde.- Dijo el mediador y luego nos hizo un gesto a Shelly y a mí para que escogiéramos armas.
-¡Tienes esto, Shelly!- Gritó una de sus seguidoras y yo puse los ojos en blanco.
-¡No