Capítulo 37.
Desperté con Cole abrazándome y respirando en mi oído en nuestra habitación. No recordaba cómo había llegado hasta aquí, pero recordaba muy dolorosamente por qué me sentía desfallecer.
-Cole… Cole…- Dije gimiendo lastimosamente mientras pateaba una de sus piernas musculosas.
-¿Qué sucede?- Preguntó despertando de inmediato.
-Necesito una curandera… de inmediato- Volví a gemir de dolor.
-¡¿El dolor regresó?! ¡¿Sientes necesidad de destriparte?!- Dijo sometiéndome con su peso y sujetando mis manos juntas por encima de mi cabeza mientras me miraba alarmado.
-Quiero sacarme el cerebro… mierda, ¿Tienes que gritar tan alto?
Cole suspiró y me soltó las manos antes de salir de la cama y ponerse ropa.
-Iré por una cura para la resaca, no te muevas.
Me dejó sufriendo sobre la cama antes de que se volviera a abrir la puerta y Savanah viniera a acostarse a mi lado gimiendo igual de miserablemente.
-¿De quién fue la idea de embriagarse hasta desmayarse?- Pregunté apretando lo ojos.
-Tuya. Me duele