Capítulo 27.
Resultó que el rey se encontraba en el gran comedor real comiendo animadamente con Mateo.
Mateo era capaz de encantar a una mosca; como sea, ambos se veían cómodos intercambiando bromas hasta que nos vieron llegar.
Marco se levantó e hizo una reverencia profunda hacia mí. No pude evitar resoplar con el ceño fruncido. ¿Creía que olvidaría tan fácilmente que me hizo subir a una silla? ¡Nunca!
Así que lo ignoré y fui directa hacia Mateo.
-¡Mateo!- Dije con una gran sonrisa mientras saltaba sobre él.
Me atrapó con media sonrisa y nos abrazamos.
-Supe que fuiste otro de mis héroes, gracias- Dije dándole un casto beso en su nariz.
Me bajó articulando un "De nada. ¿Estás bien?"
-Estoy perfecta- Entonces señalé hacia Tracey- Aquí está tu segunda misión como mi lobo diplomático, necesito que tú y la guapa princesa Tracey vayan a un lugar tranquilo y hablen sobre... cosas diplomáticas.
Cole se rió bajito mientras Marco murmuraba algo sobre sentirse ignorado. Que le den por grosero.
"¿Desde cuán