Era como vivir su peor pesadilla.
-Quieren conocerme -y sus ojos bien abiertos llenos de pura ilusión -eso seria estupendo. Conviviría con ellos y obtendría respuestas
-Son dos meses
-Un mes y medio ahora James – se lo hizo notar – luego en un mes mi graduación, y quince días después mi cumpleaños. Es perfecto
-No. No lo es, Lyra. No puedes marcharte de aquí
Su rostro decayó -pero…
-No tienes por qué hacerlo
-Esta en el contrato. Dijiste que no teníamos opción…
-No importa. Yo creare nuevas opciones. Encontraré otro un hueco en el contrato, ya lo hice antes, lo hare de nuevo.
-Eso no funciona así…. No lo puedes hacer todo. Solo será un mes y medio
-¿No te parece que esto es raro?
-A ti todo te parece raro. Acéptalo, tu sospechas de todos. Además, no, no es raro. Es un milagro.
-¿Por qué ahora? – James ya le había contado a Lyra que su verdadero padre ya había fallecido. No se vio alegre, pero tampoco extraordinariamente triste, después de todo, no era común llorar por personas que no