PAPÁ CEO: 7. ¿Qué tenía ese hombre?
Luego de que aquel precioso angelito se durmiera, Alexia lo recostó en su cama y se aseguró de que estuviese perfecto antes de salir de la habitación y dejar la puerta entreabierta por si en algún momento de la madrugada despertaba y no lo escuchaba.
Se giró con una sonrisa, no esperando impactarse de frente contra aquel ejemplar masculino qué rápido le arrancó un jadeo de asombro.
— Lo siento, no te vi — dijo en tono bajito, sonrojada, sin poder evitar fijarse en su torso tenso y desnudo, adornado con pequeñas gotas de agua.
Thiago esbozó una sonrisa torcida al percibir su evidente aceptación. Se secó el cabello con una toalla que traía alrededor del cuello y le tendió un camisón que estaba perfectamente doblado y planchado.
— Tus cosas la traerán mañana, creí que querrías algo cómodo para dormir.
— Oh, gracias — mencionó, mordiéndose el interior de la mejilla.
— ¿Se ha quedado dormido ya? — quiso saber, refiriéndose a su hijo.
— Sí, se queda muy tranquilo.
— Contigo… parece q