40. Llegaré hasta el fondo de todo esto
Nicholas observó a Calioppe con gesto incrédulo por varios segundos. Quiso acercarse, pero su rechazo lo detuvo como si se hubiese topado con una pared de concreto.
Tensó la mandíbula.
— ¿Desde cuándo estás con él? — preguntó con voz pastosa.
Ella pasó un trago.
— Desde… desde hace un largo tiempo — contestó, no solo intentando convencerlo a él, sino a sí misma de que así debía ser, por el momento, era lo mejor para todos.
— Por eso no querías casarte — dedujo. Ella se encogió de hombros —. ¿Cuál es su nombre? ¿Thiago lo sabe? ¿Lo supo todo este tiempo?
— Nicholas…
— Responde — exigió, contenido.
— Por favor, ya. Te dije la verdad, ahora déjame tranquila, no tiene caso que sepas estas cosas — le iba a pasar por el lado, pero él la tomó fieramente de la cintura y la pegó a él.
Calioppe creyó que se desmayaría. Su contacto la hizo temblar. Nicholas no pasó inadvertido ese detalle.
— ¡No te creo! ¡No te creo una sola palabra de lo que dices! — gruñó en voz baja. Miró sus labios.