Capítulo 49. Mala mujer
Benedict permanece afuera de la mansión durante horas mientras sus guardias hacen la búsqueda de su esposa. Blas, a su lado, se siente impotente. Ha perdido la cuenta de todos los insultos que su jefe le dijo por la falta de resultados.
—En todas las cámaras se muestra que ella no salió de la propiedad, jefe. Supongo que está escondida en un punto ciego para evitar que la encontremos.
—¿De qué me sirven tus suposiciones? Lo que quiero es que la encuentres y la traigas conmigo —gruñe Benedict. Está bastante molesto.
Blas vuelve a hacer otro recorrido por sí mismo. No entiende a su jefe. Pelea día y noche con Isabella, pero no puede vivir una hora sin saber dónde está o qué está haciendo.
Al regresar, su rostro dice más que mil palabras. Cuando Benedict está a punto de decir algo, un movimiento a unos metros llama la atención de ambos.
Benedict mira la hora y son más de las tres de la mañana.
Isabella camina hacia la entrada a pasos lentos mientras se abraza a sí misma con fuerza. Su