Capítulo 177. Ella me salvó la vida
La puerta de la cabina se abre y un hombre de mediana edad entra con paso firme. Va vestido de manera elegante y su actitud denota respeto y seguridad. Saluda a Benedict con una sonrisa cordial, aunque su rostro refleja cierta incertidumbre.
—Debo confesar que tu regreso me tiene algo confundido —dice al sentarse frente a ellos—. ¿Sucedió alguna cosa?
Después de acomodarse en una de las sillas, el hombre vuelve la mirada hacia Bella y le dedica un leve asentimiento, acompañado de una sonrisa amable.
—Traje a mi esposa —responde Benedict con serenidad, señalando a Bella.
Ella no lo contradice. Guarda silencio, permitiendo que sus palabras floten en el aire sin desmentido alguno.
—Bienvenida a nuestro hotel, señora —dice el hombre, con otra sonrisa—. Pensé que tendría el privilegio de conocerla en la inauguración, pero su visita se adelantó.
—Sí, teníamos un asunto pendiente que aclarar —responde Benedict—. Por eso la traje. ¿Dónde está tu esposa?
—Ella fue a revisar algunos detalles fa