Capítulo 121. Su silencio duele
Bella se levanta temprano, como cada día. Su habitación está silenciosa, pero ya puede oír a los niños hablando con su tía Megan en el pasillo. Se dirige al baño, toma los guantes de goma que le indicó usar la doctora para evitar el contacto con el agua caliente en su herida y se asea con cuidado. No es nada grave, pero prefiere seguir las instrucciones al pie de la letra para recuperarse más rápido.
Luego de salir, busca en su armario qué ponerse. Opta por un vestido azul marino, sensual pero elegante, y deja el cabello con ondas grandes. Se maquilla solo lo justo.
Mientras busca en su cartera un brillo de labios, se da cuenta de que no ha visto su celular desde ayer. Lo dejó apagado tras llegar de la clínica y lo olvidó por completo.
Lo enciende.
Varios mensajes llegan al instante, la mayoría de clientes con solicitudes y correcciones de proyectos. Pero uno en particular llama su atención: no está en su lista de contactos. Cuando abre el mensaje, siente una punzada en el pecho.
"Hol