Capítulo 115. Peligrosamente cerca
—¿Quieres que vaya contigo? —pregunta Megan, levantando la mirada por encima de la revista que hojea despreocupadamente en el sofá del estudio—. Oí que es una hijita mimada de papá. Entre las dos podemos lidiar con ella.
Bella se detiene un segundo, colocando con precisión los documentos dentro de su portafolio. La mirada de su amiga le arranca una sonrisa suave.
—No hace falta, amiga. Iré yo sola. Prefiero que vayas a casa a ver a los niños. De ahí, iré directo.
—Está bien, entonces —responde Megan, encogiéndose de hombros mientras se pone de pie y toma su cartera—. Mandaré hacer algo delicioso para la cena. Que no falte el postre.
Bella asiente, agradecida por su compañía incondicional. Una vez sola, repasa por última vez las carpetas con los planos, los renders y los presupuestos. Todo está en orden. Aunque Alba Castellar sea una clienta exigente y algo temperamental, Bella sabe que tiene todo bajo control. Es la dueña de Murano Co., y Alba, por importante que sea, sigue siendo una