Cuando me invitó a bailar, me quedé mirándole la mano un momento. ¿Qué estará haciendo?

Cuando me recompongo, pongo mi mano en la suya. Es su cumpleaños y casi toda la manada está aquí. No puedo negarme sin que se convierta en un gran problema.

Me atrae hacia sí, desliza su cálida mano alrededor de mi cintura y empieza a bailar. Cuando lo miro, me doy cuenta de algo que no había visto antes. Lleva una camisa con ribetes del mismo color que mi vestido. El cuello, los puños y el ribete de los botones hacen juego conmigo. Parece que somos una pareja que planeó todo esto.

Cuando lo miro a los ojos, me mira directamente, sonriendo, pero yo no le devuelvo la sonrisa. Por suerte, la música ocultará nuestra conversación mientras la mantengamos baja.

"¿Qué es esto?”, le pregunto, poniendo una sonrisa falsa en mi cara para el público.

"¿Qué es qué, Cara?”.

"Esto. Este baile. ¿Por qué yo?".

"Es mi cumpleaños y puedo elegir con quién bailo. Y te elijo a ti".

"Sí, pero ¿por qué? Tienes todo