“¡Lily! ¡Ay por la Diosa! ¿Qué fue eso de esta noche?”.
Tan pronto como los chicos salieron de mi habitación, Cali saltó sobre mí.
“¿Qué? He besado a Clint unas cuantas veces. Besa muy bien”.
“Lily, ¿te das cuenta de que lo besaste a través de como cuatro canciones?”.
Bien, no, no me había dado cuenta.
“¿Qué pasó con lo de no ceder ante ellos?”, me pregunta ella.
“No voy a ceder ante él. He dejado muy claro que no quiero acostarme con él y él no me presiona. De hecho, ha sido bastante dulce al respecto. No me empuja a hacer más de lo que me siento cómoda”, le digo.
“¿Besaste a Anders esta noche?”, le pregunto.
Su sonrojo es respuesta suficiente, pero quiero escucharla decirlo.
“Sí”. Se aparta de mí y agarra su camisón. “Pero nada como lo que hicieron Clint y tú”.
“¿Besa bien?”, le pregunto, ignorando su comentario sobre Clint y yo.
Se gira y me mira. “Sí”, dice con una sonrisa.
“¿Cuándo es tu cita?”.
“Mañana. Quiere llevarme a pasear, luego a cenar y después una sorpres