Sigo a Amber hacia su pelea. Parece que nuestra manada se ha dividido para ver las batallas de Carlos y Amber, pero no es sorprendente que la mayoría esté pendiente de Carlos. Quieren verlo acabar con su hermano Beta.
Cara se une a mi lado. “Dustin derribó a su oponente en dos golpes”.
“¡Genial!”
Hace un gesto con la cabeza a Amber. “¿Está lista?”.
“Creo que sí. Tiene que dejar de dudar de sí misma”.
Veo como el Beta que viene a luchar contra ella le sonríe. Fácilmente es el doble de su tamaño.
“Lo tienes Amber”, le grito.
“Sí, cuanto más grandes son, más duro caen”, dice Cara mientras empezamos a aplaudir.
Está luchando duro. Recibe golpes, pero también da muchos. Eli y Carlos vienen a unirse a nosotros.
“¿Cómo le va, Luna?”.
“Está bien”. Levanto la voz para que Amber también llegue a escuchar. “Tiene que dejar de jugar con ese idiota y enseñarle lo que es la manada Guarida Segura”.
“Derríbalo, bebé. Justo como practicamos”, le grita Carlos. Y hay algo en escuchar la vo