Capítulo 77 —En voz alta
Narrador:
El celular vibró sobre la mesa. Margot estaba por ponerse el abrigo cuando vio el nombre en la pantalla. Descolgó sin pensarlo.
—¿Desirée?
Hubo un segundo de silencio al otro lado. Luego, la voz de Desirée llegó, baja, rota, apenas un hilo.
—No puedo hacerlo sola.
Margot se detuvo.
—¿Dónde estás?
—En casa. Necesito que me acompañes —volvió a decir, con esa fragilidad que solo se permite frente a ella.
—¿A dónde?
—A la clínica. Tengo hora.
Margot cerró los ojos un momento, sintiendo cómo el pecho se le encogía. Luego respondió:
—¿Estás segura?
—Sí —dijo Desirée, pero la palabra no sonó como una certeza, sino como un esfuerzo —No me preguntes nada más, solo… ven.
Veinte minutos después, Margot se subía al auto sin decir palabra. Desirée estaba pálida, con las manos aferradas al volante. En el trayecto no hablaron. Solo el sonido del motor y los semáforos cambiando de color marcaban el paso del tiempo.
La clínica era pequeña, de fachada gris y sin cartel