Capítulo 41 —No te vayas
Narrador:
Subieron las escaleras en silencio. No se tocaban, pero el aire entre ellos era espeso, cargado. Cada paso parecía medido, como si supieran que lo que estaban por hacer no era solo se*xo. Era otra cosa. Algo que no querían nombrar, pero que ya los había desbordado.
Al llegar a la habitación, Desirée abrió la puerta sin encender la luz. Solo una lámpara del pasillo quedaba encendida, proyectando una penumbra cálida que se filtraba entre las cortinas y dibujaba sombras suaves sobre la cama. Todo olía a limpio, a madera antigua, a un rincón donde ella solía dormir para escapar del mundo. Pero esa noche no habría escape.
Cédric cerró la puerta tras ellos con cuidado. No habló. Solo la miró. Y por primera vez en mucho tiempo, ella no evitó esa mirada.
Se acercó a él con lentitud. Le desabrochó el primer botón de la camisa. Después el segundo. Sus dedos no temblaban, pero no había prisa. Solo una precisión casi quirúrgica, como si con cada botón quisiera en