Capítulo 18 —El documento
Narrador:
El celular vibró sobre el escritorio justo cuando Desirée intentaba concentrarse en un informe judicial. El nombre en pantalla la hizo tensarse. Charlotte.
Resopló, cerró los ojos un segundo y contestó.
—¿Qué quieres?
—Te envié un correo —dijo la voz de su madre al otro lado—. Necesito que lo revises cuanto antes.
Desirée alzó una ceja, fastidiada.
—¿Y ahora qué es tan urgente?
—Los estatutos de la Fundación. Hay una cláusula que necesito que leas.
—¿No podías decírmelo por mensaje?
—No. Necesito que lo leas tú. Eres abogada. Y, aunque lo hayas olvidado, aún llevas el apellido Duval.
Desirée apretó los dientes.
—¿Cuál cláusula?
—La número seis, por lo que interpreto la presidencia debe ser tuya.
—¿Y por qué justamente ahora?
—Porque no puedo seguir fingiendo que tengo fuerzas para encargarme de esto —dijo Charlotte, sin alterar el tono —Porque no puedo ser presidenta de una institución que, por ley, me está vedada. Estuve presa, Desirée. Tengo antec