Emily despertó con el hermoso sonido del agua, al abrir los ojos se dio cuenta que se encontraba sola, llevó la mirada a su alrededor, solo quedaba las pruebas de aquella noche inolvidable de pasión, sonrío de medio lado y luego lanzó la cabeza sobre la almohada.
«Estás loca Emily, primero que todo has desobedecido a William, ¿qué será de mí cuando regrese a la empresa con Noah?, él estará furioso, mentirle no será suficiente», Emily se mostraba preocupada ante las acciones que fuera a tomar William en su contra.
—Buenos días —Emily abrió de golpe los ojos al escuchar su voz, lentamente levantó la cabeza y conectó la mirada con él—. He traído el desayuno, por favor siéntate, quiero llevarte a un lugar especial.
Emily sentía que se encontraba dentro de un sueño, lo mejor vino cuando él mostró la mano que tenía atrás de su cuerpo, Noah le brindó una hermosa flor, Emily se sonrojó, bajó la mirada, no lo podía creer.
—¿Todo esto es por haber tenido sexo contigo? —preguntó, Noah se detuv