James arrinconó a Emily, se zafó el cinturón y arremetió contra ella, la tomó de la bata y la lanzó sobre la cama, Emily temblaba como un gran trozo de gelatina, su corazón latía a mil por segundo llena de temor se preparó para recibir su peor castigo.
—Retírate la bata —le ordenó.
—No, no lo haré —se negó arriesgándose.
—Muy bien, entonces lo haré yo mismo —entre forcejeos Emily intentaba defenderse, pero él la superaba en fuerza, James levantó el brazo y le propinó una fuerte bofetada rompiendo su labio.
El llanto no dio a esperar, con la mano temblorosa limpió la sangre que corría por su mentón, con la mirada temblorosa suplicaba perdón.
—Date vuelta y retírate la bata, no te lo pediré una vez más —Emily con todas sus fuerzas sostuvo la bata sobre su cuerpo, pero James de un solo movimiento se lanzó sobre ella y con fuerza se arrebató quedando su cuerpo al descubierto en tan solo ropa íntima.
James sin pensarlo dos veces levantó el brazo y comenzó a golpearla con su cinturón,