Dos meses más tarde.
En el transcurso de su recuperación Emily se quedó en casa, Zoe la visitaba a diario, ya que Noah no podía seguir ausente en la empresa, al estar de regreso los dolores de cabeza regresaron, los desfalcos continuaban sin que nadie lo pudiera evitar.
Noah permanecía encerrado en la oficina de presidencia desde que llegaba hasta largas horas de la noche, lo único emocionante que tenía el día era regresar a casa y estar al lado de Emily.
Noah se sentía agotado así que decidió salir más temprano de la oficina, yendo de camino a casa se detuvo en una floristería, compró un hermoso ramo de rosas y una caja con los más deliciosos chocolates.
Al llegar a casa fue directo a la habitación principal, sin tomarse la molestia Noah abrió la puerta y siguió, ella se encontraba allí sentada tejiendo, aquella actividad le servía de terapia ante la pérdida de su bebé.
—Hola cariño date vuelta —Emily giró, al instante abrió sus ojos, dibujó una sonrisa de medio lado y luego se le