Cuando Victoria Blake y Ethan Blackwell firmaron su divorcio, ninguno de los dos imaginó que sus caminos se volverían a cruzar. Años después, Ethan ha construido un imperio empresarial, pero enfrenta una competencia feroz que amenaza su éxito. A instancias de un amigo, decide proponer una alianza con el CEO de la empresa rival, sin saber que ese CEO es Victoria, su ex esposa, quien aún guarda resentimiento por su pasado juntos. Victoria, ahora una poderosa empresaria, está decidida a no dejarse vencer por su antiguo amor. Mientras los sentimientos del pasado resurgen y las viejas heridas se abren, ambos deberán aprender a navegar sus emociones y sus negocios. En medio de la tensión y el conflicto, descubrirán que tal vez, todavía hay algo que pueden reconstruir entre ellos.
Leer másEthan estaba sentado en el sofá, y sus estornudos resonaban en el aire, cada uno como un pequeño golpe a mi corazón. Me acerqué, preocupada por su estado.—Ethan, ¿estás bien? —pregunté, sintiendo que la inquietud se apoderaba de mí.—No es nada, solo un resfriado —me respondió con una sonrisa tenue, intentando restaurarle importancia.Pero su sonrisa no logró calmarme. Su piel estaba pálida y su fragilidad me alarmaban, y un mal presentimiento me invadió. Pensé en el momento que compartimos bajo la lluvia, y me pregunté si eso había tenido algo que ver con su estado.—Deberías irte a casa y descansar —insistí, casi con tono de madre.Él soltó una risa suave, pero había un leve temblor en su voz.—No es necesario, solo necesito un poco de agua y un par de días para que esto pase.La culpa me golpeó. Me sentí responsable por su enfermedad.—Me siento mal… creo que te enfermaste por culpa de la lluvia —murmuré, consciente de que mis palabras llevaban un peso importante.Ethan se inclinó
★ VictoriaAl salir del café, el aire fresco de la tarde me tocó la cara, llevándose consigo parte de la tensión acumulada durante la reunión. Freddy, siempre tan astuto, propuso que saliéramos a distraernos los cuatro. Aunque era obvio que su verdadero propósito era acercarse a Alisson, ya que siempre había estado enamorado de ella. Con una sonrisa traviesa, se colocó al lado de Alisson y ambos comenzaron a caminar delante de nosotros, dejándonos a Ethan ya mí un poco rezagados.Ethan y yo empezamos a hablar de cosas triviales, tratando de relajar un poco la atmósfera cargada. Hablamos de recuerdos de la universidad, de películas que habíamos visto recientemente y de lo mucho que había cambiado la ciudad en los últimos años. Cada tanto, nos reímos juntos, disfrutando de la simpleza del momento.En un descuido, mientras giraba para responder a un comentario de Ethan, un motociclista apareció de la nada, avanzando a gran velocidad. Mi corazón se detuvo por un instante, y todo ocurrió e
★ VictoriaLa mención de Richard Hale resonaba en mi mente como una campana inquietante. Richard, el joven que había declarado su amor por mí en el pasado, ahora se revelaba como el enemigo que buscaba destruirme a mí ya Ethan. Recordé claramente aquel día en la universidad cuando Richard me confesó sus sentimientos. Yo lo rechacé porque no quería ninguna relación en ese momento, pero, ironías de la vida, a los pocos meses comencé a salir con Ethan.¿Sería posible que Richard todavía guardara rencor y buscara vengarse?Me senté en mi oficina, mirando el horizonte de la ciudad, mientras esas memorias y dudas se agolpaban en mi mente. La entrada de Alisson me sacó de mis pensamientos.—Victoria, ¿estás bien? —preguntó, con una preocupación genuina en su voz.—No del todo, Alisson —respondí, con un suspiro—. Ethan me llamó para decirme que el hombre detrás de todos nuestros problemas es Richard Hale.Alisson frunció el ceño, tratando de recordar el nombre.—Richard Hale... ¿No es ese el
★ EthanAl día siguiente, me desperté temprano, sacudiéndome el el pesar de la noche anterior. Sabía que hoy sería un día crucial, así que necesitaba estar en mi mejor forma. Me puse mis zapatillas para correr y salí a trotar por la ciudad. El aire fresco de la mañana me ayudó a despejar la mente y enfocar mis pensamientos en lo que debía hacer. Corrí durante una hora, permitiendo que el ritmo constante de mis pies contra el pavimento y el latido de mi corazón me dieran una sensación de control y claridad.Mientras corría, reflexioné sobre lo que había sucedido el día anterior. Mi conversación con Victoria me había dejado con una sensación de urgencia. Sabía que tenía que actuar rápido para detener a esto y proteger a Victoria. Ella confiaba en mí, y no podía permitir arruinarán lo que habíamos construido. Mi enfermedad era solo un obstáculo más que tenía que superar, y lo haría con la misma determinación que siempre había mostrado.Regresé a casa sudoroso y con la mente más clara. Me
★ VictoriaLe indiqué a Ethan hacia dónde dirigirse para llegar al departamento que comparto con Alisson. A pesar de su éxito y fortuna, me sorprende cada vez que alguien se asombra de mi elección de vivir en un lugar cómodo y modesto. Ethan no fue la excepción; lo vi echando un vistazo a nuestro entorno, sus cejas ligeramente arqueadas en señal de sorpresa.—¿Qué? —pregunté, riendo suavemente—. ¿Esperabas que viviera en una mansión con piscina y un jardín gigante?Ethan sonrió, con una mezcla de diversión y algo de vergüenza.—No es eso, Vick. Solo pensé que, con tu carrera y todo, tendrías un lugar más... no sé, más lujoso.—Bueno, para mí la comodidad no está en el tamaño de la casa o en cuántas habitaciones tiene —respondí, guiándolo a través de las calles conocidas—. Prefiero un lugar que se sienta como hogar, donde pueda relajarme y ser yo misma. Además, Alisson y yo disfrutamos de este barrio. Es tranquilo, acogedor y tiene todo lo que necesitamos.Ethan asintió, reflexionando
Ethan tomó un sorbo de su Coca-Cola antes de comenzar a hablar.—Como ya sabes, después de graduarme trabajé para una pequeña empresa tecnológica. Al principio, solo era uno más en la oficina, pero pronto empecé a destacar. Trabajaba días y noches, tratando de aprender todo lo posible. Quería demostrar que podía lograr cualquier cosa que me propusiera.—Recuerdo esos días —dije, saboreando mi hamburguesa, llena de recuerdos de nuestros primeros años juntos.—Sí, pero luego hubo una oportunidad. Una startup necesitaba inversores y yo, con todos mis ahorros y un préstamo del banco, decidí arriesgarme. Vendí todo lo que tenía, incluso mi coche favorito, para invertir en esa idea.—¿En serio? —pregunté, impresionada. Sabía que Ethan era ambicioso, pero no conocía la magnitud de sus sacrificios.—Sí. Fue una apuesta, una locura, pero algo dentro de mí me decía que debía hacerlo. Pasaron meses difíciles, casi pierdo todo, pero al final, la empresa despegó. Era una aplicación revolucionaria
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