Cap. 53: ¡Logan viniste! ¿Eres nuestro papá?
Logan llegó al edificio con el corazón desbocado. No había dormido. No había comido. Su cabeza solo repetía una cosa: los niños ya no estaban en la escuela. April los había escondido. Y él no podía soportar no saber dónde. No otra vez.
No tenía autorización para entrar. El guardia le negó el paso sin mirarlo siquiera. Pero alguien salió justo en ese momento y él aprovechó. Sujetó la puerta con una mano y cruzó sin dar explicaciones. Si alguien lo detenía, ya vería qué decir. Esa parte le daba igual.
Subió por el ascensor con el estómago encogido. Piso diecinueve. No recordaba haber estado tan nervioso desde que firmó el acta de divorcio. Solo que esto era peor. Más personal. Más definitivo. Tocó el timbre tres veces, una detrás de otra. Con fuerza. Como si le fuera la vida en ello.
La puerta se abrió. Una joven apareció al otro lado. No era April. Llevaba un delantal y tenía el cabello recogido. Sus ojos lo estudiaron con desconfianza.
—¿Sí?
—Vengo a ver a los niños —dijo él, tratando