Cap. 216: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 27: ¿Se van a casar?
Luisana entró al apartamento de Axel con pasos pausados. Él cerró la puerta tras ella y dejó las llaves sobre la consola sin mirar.
Habían salido a cenar como una pareja normal. Como dos personas que aún se buscaban en medio del vacío. Hablaron de temas ligeros, evitaron los silencios incómodos, brindaron. Fingieron. Pero ahora, con la ciudad apagada detrás de los ventanales y la luz cálida encendiendo la estancia, todo parecía inevitablemente más real.
Axel aflojó los puños de su camisa mientras la observaba dejar su bolso sobre el sofá.
—Gracias por invitarme —dijo ella, girando lentamente para mirarlo—. Supongo que necesitábamos esto.
Él asintió.
—Sí. Ha sido un día complicado.
Luisana cruzó la sala, deteniéndose frente a la barra de la cocina. Apoyó las manos allí y lo miró con una mezcla de nostalgia y determinación.
—¿Te acuerdas cuando solíamos terminar las noches así? Tú con vino, yo con tu camisa puesta y ninguna preocupación.
Axel esbozó una sonrisa