Odell apretó los labios. Luego, dijo:
—Lo siento.
Lily se rio y dijo:
—Si realmente quieres disculparte, entonces invítame a comer. Tengo un poco de hambre por estar sentado aquí durante tanto tiempo.
En ese momento, Cliff trajo el vaso de agua tibia que había pedido Odell.
Odell aceptó el vaso y bebió unos sorbos. Después de eso, instruyó a Cliff:
—Ve y reserva un restaurante. La Señora Springsteen y yo iremos allí de inmediato.
La expresión de Cliff cambió. No pudo resistir la tentación de echar un vistazo furtivo a Lily. Luego, dijo:
—Está bien, joven amo Carter.
Cliff fue a cumplir sus órdenes.
Odell se levantó del sofá. Su mirada se desvió hacia el teléfono que aún estaba en el suelo.
La pantalla ya se había hecho añicos.
Su mirada se oscureció.
Sin embargo, al mismo tiempo, Lily levantó el teléfono y se lo pasó a Odell. Ella sonrió y preguntó:
—¿Es este su teléfono, joven amo Carter?
—Muchas gracias. —Odell le quitó el teléfono.
Lily lo siguió.