Odell frunció el ceño y dijo:
—¿Tu mamá no fue a buscarte a ti y a tu hermano en la escuela?
Sabía que estaría relativamente ocupado hoy, así que le había dicho a Sylvia con anticipación y le pidió que recogiera a los niños. Ella también había estado de acuerdo.
—Mami no vino. Liam y yo la llamamos, pero ella tampoco contestó su teléfono —respondió la niña.
La expresión de Odell se hundió. Después de un momento, reprimió sus emociones y dijo:
—Espera en la puerta con tu hermano y no vayas a ningún lado. Le pediré al tío Jacob que les recoja.
—Está bien —la niña dijo obedientemente.
Odell llamó inmediatamente a Jacob y le indicó que recogiera a los niños de la escuela de infancia lo antes posible.
Luego, llamó a Sylvia. Inesperadamente, el teléfono se conectó después de solo unos pocos timbres.
Él frunció el ceño y preguntó de inmediato:
—¿Dónde estás?
—Ha pasado mucho tiempo, Amo Carter —una misteriosa voz masculina sonó desde el teléfono.
Los ojos de Odell se