Isabel entrecerró los ojos como si hubiera atrapado a un ladrón con las manos en la masa.
Liam estaba mucho más tranquilo. Simplemente miró a su padre con sus grandes ojos saltones. Su cara hinchada estaba casi inexpresiva, pero con un tono de rencor. "Papá, ¿me has estado poniendo a un lado las dos últimas noches?".
Los ojos de Odell se movieron un poco. "Mami se sentirá incómoda si duermes a su lado".
"Tú también duermes a su lado".
"Yo soy diferente".
"¿Diferente cómo?".
Con mirada inexpresiva, Odell explicó: "Soy un adulto. Soy más alto y más fuerte que tú. Mami se sentirá cómoda si duermo cerca de ella".
Liam hizo un mohín y frunció las cejas.
Isabel dijo entonces: "Pero mami dice que se siente cómoda durmiendo con nosotros".
Odell permaneció inexpresivo y dijo: "Está mintiendo".
Isabel hizo un mohín. Chillo: "¡No! ¡No te creo! ¡Mami no nos miente!".
"No quiere que se entristezcan, por eso les mintió".
La expresión seria de su rostro no cambió ni un instante