Odell redujo la velocidad hasta detenerse y se volvió hacia Sylvia. Levantó la mano y le hizo un gesto para que intentara deslizarse hacia él.

Sylvia respiró hondo. Intentó recordar la postura y el movimiento de Odell antes de deslizarse lentamente hacia delante.

El esquí se deslizó lentamente sobre la nieve antes de acelerar hacia delante.

Sylvia estaba encantada, pero sólo duró un segundo porque no sabía cómo parar.

Estaba ganando velocidad más de lo previsto y poco a poco perdió el control. Estaba conmocionada, empezó a gritar a los otros esquiadores que estaban en su camino: "¡Muévanse!".

Los demás esquiadores se apartaron rápidamente de su trayectoria, temerosos de ser arrollados.

El esquí de Sylvia siguió aumentando su velocidad.

Justo cuando cerraba los ojos y se preparaba para un terrible choque, una figura pasó por delante de ella y la atrapó.

¡Pum!

Se estrelló contra un pecho robusto y finalmente se vio obligada a detenerse.

Se quedó inmóvil un instante an