Él la observó y notó su valiente mirada fija en él.
John frunció los labios antes de abrir la puerta del coche.
—Está bien. Entra. Nos vamos a casa. Su tono sonaba sereno, pero por alguna razón despertó ansiedad en Sherry.
Cuando entró en el coche, Sherry hizo lo mismo. Se sentó a su lado y le tomó la mano.
Durante el silencioso viaje a casa, el coche llegó directamente a su residencia.
Ansiosa por salir del auto, Sherry fue detenida por él. A pesar de sus intentos de liberar su mano, él la acercó y la guio fuera del auto.
Afirmando:
—¡Bájame! ¡Puedo caminar! —Sherry protestó, pero John no le hizo caso y la hizo entrar a la casa.
Caprice estaba en casa de Madame Stockton, dejando solo a tía Wanda en casa.
La tía Wanda se sonrojó al ver a John entrar con Sherry en brazos. Aturdida, salió apresuradamente de la habitación.
Sherry también se sonrojó. Ella le dio unas palmaditas en el pecho e insistió:
—¡Bájame!
John la ignoró y la llevó escaleras arriba.
Al ent