Isabel miró a Liam.
Liam se quedó pensativo por un momento. Entonces, dio dos pasos hacia delante y puso las herramientas de su crimen en la mano de Odell.
Odell le dio la vuelta y los miró mientras preguntaba: "¿Quién te enseñó a abrir cerraduras?".
"Nadie. Lo aprendí solo. No tiene nada que ver con Isabel".
Isabel hizo un mohín y gritó: "¡Le dije a Liam que aprendiera a hacerlo!".
Liam tiró de su manita y le dijo a Odell: "Es porque no nos dejas ver a mami que se nos ocurrió forzar la cerradura".
Isabel gritó inmediatamente a Odell: "¡Ajá! ¡Todo es culpa tuya! Si nos dejaras ver a mami, ¡no se nos habría ocurrido forzar la cerradura!".
El día anterior, tras enterarse por Sylvia de que los dos niños la veían a escondidas por la noche con unos binoculares, Odell había cerrado con llave la puerta de su habitación para evitar que se acercaran a la terraza que había detrás de la suya.
Era obvio que los niños estaban jugando con la puerta de la habitación del hombre para colarse y