—¿¡Vanessa, Saint?! Muy bien, hombre, tu familia estará bien, haré que te saquen de prisión.
El señor Peterson estaba por irse, cuando el hombre lo detuvo.
—Señor, ¿jura que cuidará a mi familia?
El hombre le miró.
—Sí, lo juro, aunque usted debe comprender que lo que hizo, fue un acto terrible.
John Kansas asintió.
—Lo reconozco, he destruido todo lo que amo, estoy tan arrepentido.
El investigador salió y se fue, su chofer le dijo que los estaban siguiendo, detengámonos en la casa del alcalde, supongo que les dará miedo. Además, tengo unos asuntos pendientes con él.
Su actuar fue efectivo, cuando los hombres lo vieron detenerse ahí, huyeron despavoridos.
—¡Ese hombre tiene nexos hasta con el alcalde!
Bryce los maldijo por lo bajo, estaba en una pequeña casa a las afueras de GreenBlue.
—¡No me importa lo que tengas que hacer! Pero, si ese hombre ya habló, quiero que se deshagan de John Kansas.
Los hombres asintieron, Bryce se quedó solo.
—¿Ahora qué haré? Debo callar a Van