—¡Se acabó la hora de visita! —dijo el guardia
El señor Peterson se sorprendió, no llevaban más que unos minutos hablando, vio como otro guardia le mirò con recelo, y llamó por teléfono
«Pensé que este caso sería fácil, veo que hay gente que está moviendo los hilos, creo que la señora Marbella Ronsard es inocente», pensó
El hombre salió, condujo su auto, y cuando vio que lo siguieron paró en la comisaria, solo así dejaron de seguirlo.
Bryce recibió una llamada poco después.
—¿Cómo pudiste perder a ese tipo? ¿Qué es lo que quiere?
—No lo sabemos, pero esto es muy extraño.
—Bien, hay que vigilar a John Kansas y a su familia, llegó el momento de que ese hombre muera.
Bryce colgó la llamada, estaba en ese restaurante, cuando Orson Ackerman entró.
Él sonrió al verlo, era una sonrisa burlona.
—¿Qué quieres?
—Lo mismo de siempre, querido papito, más dinero.
Orson no hizo ningún gesto, le tendió un cheque, el hombre se fue.
Orson lanzó un suspiro, estaba agotado de Bryce y de sus