Marina.
__ Necesito levantarme de aquí. - refunfuñó George con hastío. - Me duele la espalda de estar en esta misma posición todo el tiempo.
__ Deja de pelear con la sábana y mejor quédate quieto. - reprendí del mismo modo haciéndolo reír.- ¿Te estás burlando de mí?
Su risa se hizo aún más grande. Le di un manotazo que desató la carcajada que inundó la habitación donde nos encontrabamos.
__ ¡Hey! - se puso serio. - ¿Este matrimonio será con mucha violencia? porque ya me estoy arrepintiendo de no ser quién firme los papeles.
__ No hay divorcio. Los dieciocho meses aún no se cumplen.
__ Pero el pago ya se realizó. - siguió, achiqué la mirada.
__ Eso es mentira. No he recibido ningún...No te atreverías.
__ Hace una excelente mañana ¿no crees? Un sol radiante. - miró hacia la ventana. - Bueno, llovizna muy suave.
__ George.
__ ¿No tienes hambre? Con los bebés de seguro sí, le llamaré a Max que traiga algo para ustedes. - le arrebaté el teléfono para verlo a los ojos.
__ ¿Que hici