El conductor del taxi le preguntó a Amelia a donde la llevaba, ella estaba que se soltaba a llorar, sentía que el corazón se le quería salir de su pecho. Pensó por un momento a dónde ir, tenía la sensación de haberlo pedido todo, se encontraba sola como nunca antes y sentía miedo.
Debía distraer a la gente de Marino, sabía que sus ojos estaban encima vigilando cada uno de sus movimientos; entonces le indicó que la llevara al centro comercial que Silvia frecuentaba. Tenía planeado disfrazarse y de allí poder escapar.***Ignacio subió a ver a la niña, tenía su otro cubierto por la tristeza que lo había invadido. Lucrecia y Diego estaban serios; la escena parecía como si todos ellos estuvieran en un funeral.Lucrecia miró a Ignacio y con tono de reproche le dijo:—Espero que no tengas que arrepentirte de