De inmediato, intento bajarme, pero, Ryan nota lo que quiero hacer y por ello, se aferra más a mi cuerpo, dejándome sin la posibilidad de bajarme de sus brazos y huir.
— Suéltame, por favor. — se lo pido y Ryan me sonríe.— ¿Ya tus piernas responden? — pregunta Ryan y yo lo observo, para después asentir.— Me has ayudado a calmarme. Tu conversación mientras bajabas los escalones, calmaron todo eso que estaba en mi mente dañándome. Por eso, puedo ahora caminar, ¿puedes bajarme, por favor?— Puedo hacerlo, pero, no quiero. Deseo mucho que solo estemos así, pegados y a solas. — dice Ryan y yo trago duro.— Eres alguien intimidante.— Quizás me veas así porque yo no dudo, no sé cómo demostrarte cuan determinado estoy en que me ames y que sepas que serás correspondida. Pero, si puedo mostrarte q