El alivio me invade por saber que Ryan ha aparecido y no es si es esa calma que hace que sienta el dolor con más fuerzas, por lo que, comienzo a gimotear más fuerte, asustando a Hanna.
— Debes ser fuerte, Day. Las cosas están saliendo bien incluso en medio del caos, así que, no puedes darte por vencida. — dice Hanna mientras los paramédicos intentan estabilizar mi condición.
Mi cuerpo duele tanto que no soy capaz de decir una sola palabra, sin poder evitarlo, cierro y abro mis ojos como si algo quisiera arrastrarme a la inconsciencia, pero, yo necesito saber que sucede con Ryan.
Así que, me esfuerzo en mantenerme despierta mientras menciono el nombre del hombre con el que he pasado tantas cosas.
— Deben llevarme al mismo hospital donde él se encuentra. — digo en un susurro.
— Sí te llevarán donde quieras, así que, no te des por vencida, por favor. — dice Hanna llorando.
Llegamos al hospital, donde ya me esperan mis escoltas y varios médicos, los paramédicos dan informe de mi es