Decidida a no marcharme, me cruzo de brazos y por eso, los dos se quedan mirándose mutuamente como si estuvieran condenados y lo creo posible. Porque la realidad es que si están ocultando algo, los voy a condenar.
— Entonces, ¿no vas a decir algo?— No puedo, aunque quisiera, no puedo decirlo. — dice Ryan y yo asiento.— ¿Ya lo están sintiendo? — pregunto y ellos se observan confundidos.— ¿Qué debemos sentir? — preguntan ellos.— Como se va la última oportunidad de ser sinceros. — digo con frialdad.Los dos bajan la mirada, pero, ninguno se atreve a hablar, por lo que, solo me quedo mirando a la puerta, donde espero una respuesta adecuada a todo lo que sucede, una que me ayude a entender la actitud de ambos, porque si me están ocultando algo grave, dudo que pueda perdonar a Ryan.— ¿Familiares del señor Kranz? &m