Corro hacia mi habitación y cierro con llave la puerta, para entrar rápidamente en el baño donde me doy una larga ducha fría hasta que mis dedos están completamente arrugados y todo mi cuerpo se siente frío.

Cuando salgo, ya me encuentro a Ryan completamente desnudo, caminando por la habitación como si fuera algo normal tener una espada firme apuntando a donde sea que se mueva él.

— ¡¿Qué estás haciendo aquí?! — grito horrorizada.

— Es nuestra habitación, ¿no lo recuerdas?

— Le puse seguro a la puerta.

— Oh, sí. La abrí después de usar la llave de repuesto.

‘¿Por qué siento que estoy en un deja vu?’ me pregunto mentalmente confundida.

— Cuando uno se encuentra con una habitación cerrada, es porque no quieren que entres.

— ¿En serio?

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