Mattias abrió los ojos, no reconoció nada de ese lugar, no entendía qué pasaba.
El doctor estaba revisándolo.
—¿Podría darme la fecha?
Mattìas habló y el doctor se quedó perplejo. La fecha que èl señalaba era de hace casi tres años.
Cuando le hicieron ver su error, èl estaba asustado.
—¡Llamen a mis padres o a mi esposa Vania! —exclamó.
El doctor le pidió que se calmara.
—Llamaré a su esposa —dijo el médico, haciendo que el hombre por fin se calmara.
Matt recargó su cabeza en la almohada.
«Todo lo que recuerdo fue esa pelea con mis padres y Vania, quería divorciarme, pero, han pasado años de eso, ¿qué me está pasando?», pensó desesperado.
De pronto, esa mujer entró por la puerta. Mandy corrió a su lado.
—¡Matt! ¿Cómo estás, mi amor?
Los ojos de Mattias se abrieron enormes, casi rio.
—¿Es una m*****a broma? ¿Quién eres tú? ¡Ella no es mi esposa! —exclamó desesperado y asustado.
—¿Qué dices, Matt? Soy tu esposa, ¿te has olvidado de mì?
Mattias se quedó perplejo, tragó saliva.
—¿Tú er