Estar cerca de Keller me ponía nerviosa, aunque quisiera negarlo su cercanía me excitaba.
Me aclaré la garganta.
-Quisiera algo sencillo, nada glamoroso ni ostentoso, sobrio y que no sea muy costoso.
-¿Por qué no?
-Porque lo costoso casi siempre es ostentoso y llama mucho la atención, yo no quiero eso.
-Entiendo hermosa, pero serás la esposa de Adam Keller, serás Emma Keller-Smith, llamarás la atención a dónde quiera que vayas, uses o no un anillo de un millón de dólares.
-A...
No supe como responder a eso, era cierto, después de casarme con Keller todo el mundo me miraría y sabrían quién era yo ya sea que me gustara o no así serían las cosas.
-Ja ja ja. Además, en este lugar hay cosas muy finas, costosas pero delicadas y sobrias como tú.
-Podría mostrarnos las sortijas más bonitas que tenga, que no sean muy gruesas, tampoco pesadas ni toscas, no importa el precio.
-En seguida. Con su permiso, señor.
La dependienta se fue dejándonos solos, sentía la tensión en el aire, defin