Capítulo 34: Me deseas.
Así que esas eran sus sucias intenciones, compartir la cama. Estaba apunto de mandarlo al demonio pero él fue más rápido, se arrojó sobre la cama y se envolvió en la sábana quedando justo a mi lado, me abrazó con una inocencia fingida rodeando mi cintura con su brazo izquierdo.
Fue ahí donde el desastre comenzó, mi piel se erizó y un calor me recorrió el cuerpo su olor tan delicioso invadió mis sentidos y tuve que cerrar los ojos, grave error, Keller aprovechó ese momento para depositar un beso en mi cuello, tibio y húmedo, sus labios suaves... No pude, caí, abrí los ojos y comencé a besarlo desesperadamente, su lengua entró en mi boca y exploró mi garganta con ansias, sus manos recorrieron mi espalda con delicadeza y terminé encima de él, fue ahí cuando lo sentí, su miembro, estaba duro y caliente.
Keller entonces desabrochó mi brasier y liberó mis pechos, los miró como un juguete de edición limitada y los tomó en su boca, los lamió y los besó, los chupó y los succionó y yo no podía