-¿Qué yo qué?
Emma parecía incrédula, yo también, lo dije sin pensarlo, pero era lo que sentía y ahora que ella se estaba arrepintiendo sentía que la perdería si no le decía lo que realmente sentía por ella.
-Que tú me conquistaste Emma.
Me gustas y mucho.
Y quiero casarme contigo, no sólo por el chantaje, claro que el chantaje tiene su propia contribución, pero eso nos acercó y gracias a ese acercamiento descubrí que quiero casarme contigo Emma.
Quiero que seas mi esposa, compartir lo que tengo contigo, cuidarte, no me abandones ahora.
-...
Emma me miró con los ojos muy abiertos y la cara empapada en lágrimas.
-Yo...
-Emma, si tú me abandonas ahora, ellas, todas mis ex novias, el o la chantajista y todos los que desean que no nos casemos ganarán, ganarán y tú habrás perdido Emma.
¿Eso es lo que quieres?
¿Quieres que ganen otra vez, quitándote lo que es tuyo?
Sé que no quieres vivir tu vida afrontando este tipo de situaciones, pero te aseguro que a partir de ahora, eso no volverá a