-Mira estúpida, a mi hermana la vas a respetar.
Amme le mostró los puños y yo me metí entre ambas porque Amme, cuando mostraba los puños ya estaba encima de ti, no esperaba, no dudaba y si nos corrían o nos arrestaban todo sería un desastre, así era Amme, visceral.
-Amme no. No lo hagas, no vale la pena.
Además, yo ya vine aquí con Andrea, de verdad no necesito nada y si crees que lo necesito, entonces sólo dile a la señorita que te ponga todo en una bolsa, lo pagamos y nos vamos y listo.
-¿Por qué nos iríamos?
Nosotras llegamos primero Emma.
-Amme, no te comportes como una niña, es mejor que nos vayamos.
-No Emma, no me voy a ir.
-Amme por favor.
Cuando Amme se ponía necia no había quién la hiciera cambiar de opinión, mientras yo batallaba con ella, la hiena se reía a carcajadas y Nath intentaba callarla.
-Hielena basta, si no puedes callarte vámonos.
No puedes tratar a la gente así.
Además Emma no te ha hecho nada o ¿si?
-Es una perra grasienta que me quitó a mi novio.
-Ella no te q