Emma lucía pensativa y eso me daba un mal presentimiento.
-Te creo Keller.
Por fin habló, no esperaba que dijera eso.
-¿Qué dices?
-Dije que te creo. Tu madre le dijo a la señorita Katty que no sabía que ustedes dos habían sido novios, que no hablabas de tus relaciones con ello a menos que fuera algo serio, eso concuerda con lo que tú dices y también el hecho de que aprovechó la oportunidad para fastidiarme, así que te creo.
Sin embargo, no he cambiado de opinión en cuánto al favor que quiero que me hagas.
-¿Qué clase de favor?
Vamos a casarnos, pero mantengamos la distancia entre nosotros.
No quiero que sigas intentando quedar bien conmigo, no quiero que seas atento, amable, nada de eso, te quita tiempo para pensar en cosas más importantes como tu empresa y no lo veo necesario, como te dije, ambos conseguiremos lo que queremos con este matrimonio y eso es suficiente para mí.
No tienes que tratarme como si fuera de cristal o como si fuera el amor de tu vida porque no lo soy y