Capítulo 45. Un funeral embarazoso.
El día del funeral de Tamara Anderson llegó con un cielo encapotado, como si la misma naturaleza compartiera el pesar que envolvía a sus seres queridos. La capilla estaba adornada con lirios blancos, las flores favoritas de Tamara, y una atmósfera de reverencia llenaba el espacio.
Ava, vestida en tonos oscuros, se mantenía firme al lado de su esposo, apoyándolo en ese difícil momento. Tamara no había sido una madre amorosa, vivía atormentada por sus propios demonios y su amargura llenó la mayor parte de su vida y de las personas que estaban alrededor. Al otro lado de Ethan, estaba Bárbara, los hermanos compartían un gesto de apoyo silencioso, intercambiando palabras en voz baja sobre los asuntos que requerirían su atención en los próximos días.
El sacerdote comenzó la ceremonia con palabras de consuelo, resaltando el acto heroico de Tamara al enfrentar a Samuel para proteger a Ava y a su familia. Las palabras del sacerdote resonaron en el corazón de todos los presentes, ofreciendo un