Aaahhh… Es injusto el comportamiento de mi madre, ya que sé que todo lo hace para que ella pueda tener una larga conversación con Lorenzo.
Volteo a ver a Lorenzo y con un asentamiento le digo que vaya tranquilo porque yo obedeceré a mi madre. Doy media vuelta para regresar al edificio para encontrarme con Elliott.
***
Saliendo del ascensor para dirigirme a presidencia me voy topando con un pasillo asolado; completamente asolado, ¡no hay nadie!
—Buenos días… buenos días… no hay nadie que me pueda atender —en mi rostro se dibuja una gran sonrisa maliciosa al escuchar y ver que no hay nadie aquí.
Wao… todo esto es de Elliott, no es que me guste tanto el dinero, pero cualquier mujer daría su vida por estar a los pies de Elliott.
Sigilosamente camino a mano derecha del pasillo dejando atrás el escritorio que está frente al ascensor;