Samanta recordó en aquel momento la conversación con su hermana. Jesse por primera vez se ponía de lado de su cuñado.
Lisbeth ya no era un peligro y Daniel era diferente.
- Daniel…-
- Sé que hablar de eso en estos momentos, es complicado, pero no soportaré la espera.- le interrumpió su marido.
- Aún te amo Daniel, sigo enamorada de ti…pero me volví desconfiada, fueron muchos años viviendo de un amor no correspondido, me cuesta internalizar que sientes lo mismo.- Sam no se atrevía a mirarlo a la cara, por eso seguía de espaldas.
- Sam… ¿ puedes mirarme? No me des la espalda- se sentó despacio.
- Estoy avergonzada, no me atrevo a verte a la cara.-
- Sam… si no me miras, bajaré las barandas y te traeré hasta aquí.-
- ¡ Está bien!- se giró hacia él, con las mej