Una sorpresa al final del camino.
El día de la ceremonia llegó y Jesse estaba nerviosa.
- ¿ Segura debo caminar hacia el altar? No puedo entrar desde atrás del párroco?- preguntó Jesse a quien peinaban en un moño alto.
- No mires hacia los lados, además, sólo seremos tu familia en los bancos.- le calmaba Samanta.
- Me siento como un árbol de navidad.- decía observando su rostro en el espejo, la maquilladora le había peinado y puesto maquillaje.
- No es así, el maquillaje es sobrio y el peinado es precioso.-
- ¿Será que el vestido me queda? Siento que mi vientre creció…-
- Jesse… estás igual que siempre.- suspiró su hermana.
- ¿ Richard y Helena ya están vestidos?- llevarían las argollas.
- Sí, Daniel me ayudó con eso, debe estar en la habitación de al lado esperando por ti.-
- ¿ No volvió a tocar ese tema?-
- No. – Después de que se arreglaron las cosas, Daniel no volvió a insistir con la boda, eso le tranquilizó porque no sabía