Puntual a las dos de la tarde su cuñado, tocó su puerta.
- ¿ Terminaste?- le preguntó después de llamar a su puerta.-
- Sí, déjame guardar los cambios en el archivo y coger mi bolso.- dejó su laptop cerrado y salió con él.-
- ¿ Qué deseas almorzar?-
- ¿ Invitará Ud. Presidente?-
- Jamás dejaría que pagara una mujer- le respondió como si eso fuese un insulto.-
- Vaya, ¡Qué anticuado!-
- Tómalo como una comida de bienvenida.- le abrió la puerta del auto.-
- Entonces, quiero comida casera, hace mucho que no como algo parecido.-
- Los almuerzos universitarios son bastante escuálidos- le comento Daniel.
- Siempre como a toda prisa.-
- Hay días en los que no alcanzamos a comer, o lo hacemos mientras terminamos algún informe.-