Días después
Solo me he quedado donde me dicen, no sé qué sucede a mi alrededor, solo finjo que mi pie duele más de lo normal, para quedarme en cama mirando como la vida misma pasa frente a mí sin que pueda hacer algo al respecto.Arnold se queja por como tomo las cosas, pero, me importa poco lo que él pueda pensar o hacer cuando solo soy una prisionera lidiando con el robo de libertad que nunca más me será dado.— Eva, debemos marcharnos. — dice Arnold y yo me levanto de la cama y me siento en la silla de ruedas que no necesito, pero, ni siquiera tengo interés por caminar, así que, la uso.— Señor Krick, los Leone vinieron a causar problemas.— ¡¿Tan rápido?! — grita Arnold enojado y yo sonrío.— Me alegra que te estén llegando las consecuencias de tus actos imprudentes. — digo sonriente.&