Todos han sido un maldito grano en el trasero, uno que escasamente toleré y por eso, asesiné a muchos, pero, ellos decidieron meterse con lo que no tolero y yo les demostraré que es lo que sucede cuando hacen algo así.
— Por favor… — dice Tim y yo presiono con fuerza el cuchillo hasta que se escucha un sonido que afirma que ha llegado a perforar el suelo de madera.— Te lo he dicho, no digas esas palabras. No gastes energía en cosas que no me ayudarán a cambiar de opinión.— ¡Ah! — grita Tim y yo sonrío.— Es verdad lo que dice el jefe. Su esposa no soporta las torturas, por eso se desmaya.— ¡Claro que no las soporta! ¡¿Qué malnacido torturaría a mi esposa además de ustedes?!El deseo de matarlos a golpes se hace fuerte, pero su delito es tan grande para perdonarlos al salvarles la vida. Eso es algo que